Compras~ Ness.

Llevaba tiempo sin estar en Forks, aquel lugar que le traía muy vagos recuerdos de su vida humana.
Tomó un carrito de la entrada del supermercado,entrando al establecimiento.Sintió varias mirada sobre ella, algo a lo que logro acostumbrarse.

Aquel dia le tocó a ella salir a comprar la comida para su familia,más bien para Nessie, Holly y aveces Jacob que pasaba por la casa.
Cuido de no empujar demasiado fuerte el carrito, pasando por el primer pasillo.

Ha seguido a su madre, eso está claro. ¿Para qué? Eso también está claro en la cabeza de la castaña adolescente. Sabe que su madre no tiene ni la más mínima idea de cuales son sus antojos ahora. No le agrada la comida, nunca lo hizo y nunca lo hará. Pero como no le permiten beber sangre.. se las rebusca en sus gustos.

17 años pasaron, qué vieja se sentiria siendo humana.
Rió para sí, parando frente a los cereales.
¿Cereales? , porque demonios habia tantas cajas y tanto colores.
Por un momento penso llevar uno de cada uno..pero eso ya se tornaria extraño.
Sintió el aroma peculiar de su hija, era raro no sentir el olor de Jake junto a ella.
Espero a que se acercara, metiendo los cereales que encontraba a su lado.

Se mordisquea el labio inferior, arrastrando los pies por el pulido piso de mármol blanco mientras camina. Sabe que su madre podrá sentirla, pero poco le importa. Sólo quiere encontrarla y obligarla a que le compre esa jodida mermelada de arándanos que la tienta ahora.

Por fin logra divisarla, a media góndola de distancia. Genial, cereales. Hace una mueca de asco, encaminándose a ella.

Llevaba almenos 6 cajas de distintos cereales en el carrito, genial, ahora qué se le antojaría a su pequeña?
Y sí, para ella siempre será su pequeña aunque no tenga tamaño de una.
-¿Cereal de uva,a que loco maniatico de le ocurriria eso?-murmuro para sí, tenia suerte de no probar nada de eso.
Miro el carrito, tenia vaga idea de que les gustaria eso.

Está a punto de gritar por su madre para llamar su atención, pero luego recuerda que estaría cometiendo un gravísimo error si lo hiciera. Que horrible es estar siempre aparentando algo que en realidad no se es. Odia aquello.

- ¡Bells! - musita niña, llegando hacia ella. - ¿Para quién demonios llevas tanto cereal? - increpa, echándole una rápida ojeada al carrito con las cosas dentro. Oh sí, sus malos modales al hablar los ha aprendido de su tío Emmett, sin duda alguna.

-Nessie-responde al verla llegar junto a ella,despues de tanto,logró acostumbrarse al apodo que le puso su amigo.
-Realmente..no lo sé,supongo que para que lo coman-responde obvia, terminarian comiendolos..ó dandoselo de alimento a las aves.
Le dedico una mirada reprobatoria,odiaba los modales que adquiria aveces gracias a Emmet.

- ¿Para que lo coma QUÍEN? - inquiere excéptica, enarcando una ceja y haciendo incapié en la última palabra al pronunciarla. La observa distraídamente, esboznado una pequeña sonrisita de suficiencia, cría.

-USTEDES-recalca, jodida como ella sola.
Aveces olvidaba que hablaba con su hija,ríe divertida.
-Esta bien..elige la comida tú, al final, tú lo tendras que comer.-rodó los ojos.

Está a punto de reclamarle, de hace run berrinche en medio del supermercado. Ella NO QUIERE comer aquello, pero DEBE hacerlo. Luego recuerda que supuestamente no se trata de su madre, y decide cerrar su preciosa boquita.

- Vale - rueda los ojos, conteniéndose. - Quiero mermelada de arándanos - pide niña, esbozando una sonrisita falsa en su rostro.

No le encantaba ver a Nessie haciendo berrinches, pero admitía que resultaba divertido cuando hacía uno, contuvo una risita al ver como ésta se contenía uno.
Edward era el principal en cumplir todos los deseos de su adorada hija, ambos era tán identicos.
-La mermelada te pone hiperactiva -murmura, tomando tan solo un tarro de esta.

Enarca una ceja cuando escucha las palabras de su madre. - ¿Hiperactiva? - repite, frunciendo los labios en una mueca. Si ella resulta todo el día hiperactiva, con o sin mermelada.

- Que mala eres - masculla entre dientes, apenas, con la vista fija en el tarro que acaba de tomar.

Rodo los ojos, sonriendo de lado.
-Como tú digas Hija-murmuro.
-Elige lo que desees comer -le dice, empujando apenas el carrito.

Rueda los ojos, meneando suavemente la cabeza en señal de negación. - No quiero nada - murmura cría, berrinchuda. A pesar de que tiene deciseis años, puede resultar demasiado niña a veces, malcriada por su padre y Jake.

Arruga el ceño, a ella no le venian los berrienches de Nessie.
-No eres una bebé,vamos, elige lo que quieres comer -responde, sacando paciencia de no sabe dónde.

- No quiero comida, Isabella - murmura, puchereando. No no y no. Jamás se dará por vencida ante aquello. Vuelve la vista a su madre, haciéndole ojitos, cría.

Esa debilidad que tenia por ella solo salia a flote cuando ésta le ponia esa mirada.
-Renesmee, no sólo de mermelada sobreviviras, aparte de eso elige otra cosa más.-dice arrugando levemente el ceño. ¿Donde estaba Edward para complacer y lidiar con su adolescente hija?.
Bufó.

Una sonrisita se hace presente en su rostro, más que travieza. Se acerca al oído de su madre con cuidado, lenta. - Sangre - susurra allí, niña. Se aleja rápidamente, aún sonriendo.

-No.-dijo seria.Buscando con la mirada algo más que le gustara a Jake y Holly.
No acostumbraria a su hija a beber sangre, no almenos mientras viva con ella.
Algo que no cambiaria en un millón de años.
-Que mas deseas para comer?-murmura , tomando dos más de mermelada.

Puchera niña, cruzando sus brazos frente al pecho. - Nada - masculla cría, enfurruñada. Siempre es así cuando no cumplen sus gustos. Malcriada a muerte por su padre y Jake.

-Como digas- murmura.
No iba a empezar a dicutir por eso, otra vez.
Llevaba 16 años con ese tema, siempre. Su capricho de Ness por la sangre era algo monótomo de cada semana.

Refunfuña entre dientes pero no dice más. Sólo se limita a darle la espalda a su madre y comenzar a caminar hacia el lado contrario, arrastrando los pies. Sí que es una cría malcriada, demonios.

Dejaría que se le pasara, y si no, Edward la pondría en su lugar.
Solo él y su demás familia existente, hasta Charlie en su tiempo, tenian la culpa de haber malcriado a su hija tanto.
¿Acaso era la unica que no queria eso para Nessie?
Se limito a caminar y pasar de pasillo, llenando a la mitad el carrito.

- Vale, no beberé sangre - musita en un susurro inaudible para cualquier oído humano. Pero sabe que su madre puede oirlo, y cómo lo sabe, demonios.

Una ola de satisfacción la inundaba,y su labio se curvo, apareciendo una linda sonrisa en su rostro.
-Vamos Nessie,elige qué comeras-responde más animada-Esme nos espera en casa y sabes como es si te retrasas en la cena (?