Evasión(libre)

Cualquiera que me viera pensaría que estaba loco de la cabeza.Estaba en un cementerio donde no tení a nadie a quien ver...aunque en realidad no se viera a nadie,ya se sabe esas visitas que todos suelen hacer.Aquel día,como otro cualquiera,el día había amanecido oscurecido por las nubes.No es que me molestara especialmente aquel hecho,pero a veces agobiaba no ver otra cosa que las negras nubes en el cielo.Podía cambiar el tiempo que hacía,pero desde luego no podía poner que el sol saliera...y menos ahora que estaba yo fuera de un lugar cubierto.El cementerio estaba sólo,¿a quién le apetecería caminar por un cementerio?,no era el lugar más agradable que pudiera encontrarme.Pero sería donde menos humanos con sangre me encontraría...aun me era difícil aguantarme la necesidad de beber la sangre de un frágil humano.Algo que me quitara esa sed que sentía en todo momento...pero tenía que hacerlo por mi familia,y por mí mismo.

Iba entretenido en leer las lápidas de las personas fallecidas.Muchos padres,madres y amigos perdidos de diversas formas.Historias y vidas que quedaron acabadas.Algunas en su tiempo y otras demasiado pronto...pensé de repente en mis padres...pero inmediatamente dejé de pensar en ellos,como si algo no quisiera recordar aquellos momentos de hacía ahora excasos años.Me senté al pie de un árbol.Un árbol que se mecía al son del viento,viento que traía consigo demasiadas hojas caídas por el suelo.Apoyé mi cabeza contra el tronco de aquel árbol y miré hacia arriba,hacia las hojas del mismo.Cerré los ojos,en aquel momento me encontraba realmente triste...y de repente un agua torrencial comenzó a caer.

Andaba por los bosques linderos al cementerio siguiendo algo que no sabía precisar. Solía actuar de esa manera: su instinto le llamaba a hacer tal cosa y su cabeza no tenía poder sobre él. Brooks era controlada por una monarquía: su instinto ante todo. Y era realmente bueno, por lo que no tenía ningún plan de cambiar las cosas.
Saltaba entre las ramas casi volando, aunque los borcegos que calzaba no fueran lo mejor para esas situaciones: estar descalzo siempre convenía para poder adherirse a las resbalosas ramas de los árboles de Forks. Los empapados árboles de Forks. No podía creer que no lloviese aún. Revuelve su cabello seco como le gusta tenerlo, cruzando los dedos para que se mantenga así unos momentos mas. Aunque claro, su suerte es tan buena que en cuanto se le cruza la palabra "lluvia" por la cabeza, el cielo no tarda en responderle con un buen chaparrón.
-Mierda - murmura entre dientes. Aunque estuviese acostumbrandose ya a aquello, nunca dejaría de sentir un odio profundo por las insoportables lluvias.
Distraída como estaba, saltando de rama en rama, siente un olor fácil de reconocer: un vampiro. Y muy cerca de allí. Gira la cabeza hacia los árboles que se encuentran a pocos metros de ella y recién entonces se da cuenta de lo cerca que está del cementerio. Se deja caer al suelo como le gustaba hacerlo: bruscamente, y comienza a caminar pacíficamente hacia el límite del bosque. El olor se intensificaba a cada paso que daba.

Al final había conseguido que lloviera,precisamente lo que nome apetecía.Odiaba que mis emociones afectaran tan claramente al tiempo.Pues si me encontraba demasiado feliz,acababa por salir el sol,cosa que tampoco era buena.Totalmente empapado por aquella lluvia,me levanté rápidamente.Sin saber por qué no podía estar allí,simplemente sentado haciendo nada mientras el tiempo pasaba.Aunque no tuviera mucho sentido el paso del tiempo para mí.

De repente,el viento trajo un olor familiar.Sabía perfectamente que significaba aquello,un vampiro andaba cerca.Era consciente que no éramos los únicos vampiros de la región de Forks,pero era el primero que me encontraría que no fuera un Cullen.Asique,por supuesto,llamó mi atención.Y lo curiosos era que cada vez ese olor era más y más fuerte,como si se estuviera acercando a mí.Sin duda lo estaba haciendo,pues notaba sus suaves y calculados pasos a través de aquel cementerio.

Pero para no parecer maleducado empecé a andar hacia aquel vampiro también.Metí mis manos en mis bolsillos,aunque de nada servía,pues los bolsillos de mi chaqueta también estaban empapados.Al fin,visualicé la silueta de,en este caso,la susodicha vampira.Me quedé parado justo a unos metros de ella,mirándola fijamente.También estaba mojada y todo por mi culpa...-Hola.-saludé distantemente,como siempre.

Caminaba tranquila siguiendo el dulce olor que acababa de sentir. Andaba con sigilo, aunque estaba segura que se trataba de un Cullen o algo así, nada nuevo, nada extraño. El vampiro salió a su encuentro sin que ella lo esperase. Claro que no contaba con el factor sorpresa, es imposible eludir los sentidos de un vampiro, pero no le gustaba que la hubiesen pillado a medio camino. Se detuvo con un pie en el aire, sonriendo como a un niño al que acababan de descubrir robando golosinas.
Tras una fracción de segundo durante la cual se mantuvo en una postura bastante ridicula, salió de su ensimismamiento sacudiendo la cabeza.
Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero, imitando el gesto del vampiro que la miraba fijamente, y caminó con decisión hacia su ubicación, deteniendose a poco menos de un metro de él.
- Hola - saluda con una sonrisa torcida que se podía confundir fácilmente con una mueca extraña.
La lluvia seguía cayendo, constante, empapando lo que quedaba seco de su cabello y dejandole la pálida piel moteada con gotas heladas. Mira al cielo con detenimiento y algo de fastidio. Sólo un día de sol pedía, nada más que eso, ¿Acaso era demasiado?
Era un día triste en algún sentido. La lluvia no era algo molesto como solía serlo. No estaba muy segura de lo que se trataba, no solía estarlo, pero podía afirmar que no era un día feliz. El clima era deprimente; no, más que eso: el clima ESTABA deprimido. Cualquier persona que escuchara eso reiría a carcajadas. ¿A quién se le ocurre pensar que el clima se deprime? Pues a ella si. Y al silencioso vampiro que la acompañaba también por lo visto, pues era él el causante de aquello, y ella bien lo sabía.